
El viaje comienza mucho antes de abordar el tren o el bus. Comienza con una decisión: la de regalarse una experiencia que es tan física como emocional. Para quienes provienen de ciudades al nivel del mar, el cambio de altitud es un factor importante. Cusco está a 3 339 m.s.n.m., y aunque Machu Picchu desciende hasta los 2 430, el cuerpo necesita prepararse.
Dormir bien en los días previos; evitar comidas pesadas, alcohol o cigarrillos y mantener una hidratación constante es parte del cuidado que uno se brinda a sí mismo. Algunos viajeros optan por tomar SorojchiPills una hora antes de aterrizar en Cusco (previa consulta médica, claro está) como medida preventiva frente al mal de altura. Porque después de todo, aclimatarse y adaptarse al medio también es una forma de sabiduría.
Altitud de Cusco: 3,339 m.s.n.m.
Tiempo promedio de aclimatación sugerido: 24 a 48 horas.
Prevención recomendada: SorojchiPills o mate de coca (consultar con un médico).
Evitar: alcohol, tabaco, comidas con mucha grasa.
Cuando el avión toca tierra en Cusco, comienza una transición suave. El aire se siente más ligero, pero también más claro. Te recibe un traslado privado y sin prisa, como quien acompaña a casa. No hay carreras, ni voces fuertes, ni urgencias. Todo está dispuesto para el descanso.
El hotel es más que un alojamiento: es un refugio de adaptación. Ese primer día es solo para aclimatarse. Beber agua, tomar una taza de mate de coca, comer algo tibio, mirar por la ventana y escuchar la ciudad sin necesidad de recorrerla. El cuerpo, sabio, pide pausa y se lo damos.
Check-in: en hotel céntrico o en Valle Sagrado (opción con menor altitud).
Dieta recomendada: hiperglucídica (purés, cereales, frutas suaves).
Hidratación sugerida: al menos 2 litros de líquido al día.
La segunda mañana despierta con una promesa: el inicio del camino hacia Machu Picchu. El tren Vistadome, con sus grandes ventanales, permite que el paisaje andino no solo se vea, sino que se sienta. El río serpentea al costado como un compañero de ruta, las montañas aparecen y desaparecen entre neblinas, los pueblos pequeños saludan en silencio.
Solo basta con mirar pues no hace falta entenderlo todo. A veces. El tren avanza como un pensamiento largo, y tú viajas dentro de él como quien recuerda un sueño que aún está por vivirse.
Aguas Calientes te recibe con tibieza. El hotel espera. Se respira humedad, vegetación, y un murmullo constante del río. Aquí no hay visitas rápidas ni agendas llenas. Solo una tarde libre para caminar un poco, dejarse sorprender por una flor que no conocías, o simplemente tomar una siesta con el sonido del agua de fondo.
Duración aproximada de viaje: Tren Vistadome 3 h 30 min (desde Cusco vía Ollantaytambo)
Altitud de Aguas Calientes: 2,040 m.s.n.m.
Actividad física sugerida: paseo leve, caminatas sin pendiente
Descanso recomendado: siesta en hotel, hidratación constante
A la mañana siguiente, el mundo despierta distinto. El ascenso hacia Machu Picchu se hace en bus, y desde la ventana, la selva se asoma entre giros. El guía camina a tu ritmo, habla en voz baja, mira antes de explicar. No hay prisa. Hay respeto.
Ya dentro del santuario, la experiencia es más íntima que monumental. Hay lugares para sentarse, para respirar, para observar cómo la niebla sube y desaparece. A veces no necesitas moverte. Solo estar. Y dejar que el lugar haga lo suyo.
Si en algún momento necesitas asistencia, hay oxígeno disponible. Pero muchas veces no hace falta más que una pausa. Machu Picchu no es un lugar para correr, es un espacio para ser. Y en ese silencio —lleno de historia, de piedra, de cielo— algo se revela sin necesidad de palabras.
Altitud de Machu Picchu: 2,430 m.s.n.m.
Tipo de terreno: andino subtropical, con tramos irregulares y húmedos
Clima: templado húmedo, con cambios frecuentes
Ascenso en bus: 30 min desde Aguas Calientes
Duración promedio de visita: 2 a 2.5 h (con pausas frecuentes)
Dificultad: baja a moderada, depende de la ruta elegida (puentes, escalinatas)
Áreas de descanso: disponibles en puntos estratégicos dentro del complejo
Soporte: oxígeno portátil disponible previa coordinación
El cuarto día el tren vuelve, pero el paisaje ha cambiado. O tal vez fuiste tú. Lo que viste, lo que sentiste, lo que entendiste —todo viaja contigo. Al llegar a Cusco no hay itinerarios obligatorios. Puedes ir al mercado de San Pedro a ver los colores de las frescas frutas y de las diferentes artesanías; puedes sentarte en un café frente a la plaza, o quedarte en el hotel simplemente disfrutando del tan olvidado arte de no hacer.
Y si deseas más, hay opciones suaves y enriquecedoras. Un taller de cerámica. Un baño termal en el Valle. Una visita pausada a un museo donde una mujer quechua teje historias con hilos.
Tren de retorno: 2 h desde Aguas Calientes hasta Ollantaytambo + 1 h 30 min en vehículo a Cusco
Actividades opcionales: mercado San Pedro, museos accesibles y talleres
Recomendación: evitar caminatas intensas post viaje, mantener hidratación
Machu Picchu no es un lugar que se conquista. Es un lugar que se alcanza cuando se está listo. Por eso, este itinerario no corre, no exige. Acompaña. Está diseñado para quienes saben que los sueños no tienen fecha de caducidad, y que el verdadero lujo es tener el tiempo para vivir las cosas bien.
Si estas interesado o interesada, estaremos pendientes para concretar un paquete a tu medida. En CuscoPeru.com apostamos por más pasajeros felices porque creemos que la historia más importante no es la que cuentan los monumentos, sino la que vive el viajero al recorrerlas.



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