La montaña Huayna Picchu ó Wayna Picchu como también se le conoce tiene una altura máxima de 2,720 m.s.n.m., es decir casi trescientos metros por encima de la ciudadela de Machu Picchu. Una de sus características principales es su grado de pendiente, o dicho de otra forma, lo empinado de sus laderas. La montaña está compuesta en su mayoría por roca sobre la cual los incas tallaron sus escalones y caminos hasta la cima, existiendo un único camino tanto para la subida como para la bajada.
Los caminos que conducen hasta la cima tienen por un lado a la pared de roca de la montaña y por el otro un abismo de 200 a 300 metros hasta el fondo del barranco, donde se puede ver a lo lejos el rio Urubamba. Esto hace que el cuerpo humano reaccione de manera natural con una sensación de miedo y vértigo en las primeras etapas del ascenso. Se tiene registro de visitantes que han quedado paralizados por el miedo en plena subida, siendo incapaces de ir hacia adelante o hacia atrás obstaculizando a su vez a los viajeros que venían detrás.
Sin embargo, es preciso aclarar que pese a lo peligroso del ascenso y los insondables abismos durante todo el trayecto, no se tienen registros oficiales de visitantes que hayan perecido en la montaña Huayna Picchu.
Huayna Picchu está llena además de restos arqueológicos incas, como escaleras, terrazas de cultivo y el famoso templo de la luna, que es una construcción hecha dentro de una cueva natural.
La ciudadela Inca de Machu Picchu está localizada en el departamento de Cusco, al sur este del territorio Peruano. Esta parte del Perú se caracteriza por poseer dos estaciones claramente marcadas: la primera es la época de lluvias, durante la cual se registran abundantes aguaceros que cubren casi todo el departamento cusqueño, ésta temporada comienza generalmente en octubre o noviembre terminando a fines de marzo. La segunda es la temporada de estío o temporada seca que empieza a fines de abril y termina en agosto o setiembre.
En CuscoPeru.Com le recomendamos al viajero realizar su viaje en la temporada seca pues durante estos meses casi no se registran días nublados lo que es ideal para tomar excelentes fotografías, además de evitar las molestias propias de la lluvia (barro, ropa mojada, senderos resbaladizos). Una de las ventajas de la temporada de lluvias es la poca presencia de visitantes, lo que da mayor espacio para visitar en soledad esta maravilla mundial.
El boleto para el ingreso a la montaña Huayna Picchu se vende por separado del boleto para la ciudadela Machu Picchu, siendo el costo combinado de ambos de aproximadamente USD70
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El organismo encargado del cuidado y preservación de esta increíble obra de los Incas es el Ministerio de Cultura del Perú, quien es a su vez el ente encargado de administrar y emitir los boletos de ingreso tanto a la ciudadela de Machu Picchu, la montaña Huayna Picchu y la Montaña Machu Picchu.
El Ministerio de Cultura ha determinado que se pongan 400 boletos a la venta por día, divididos en tres turnos:
Es importante mencionar que la cantidad de visitantes por cada turno no es fija, es decir, puede haber más personas en un grupo que en otro. En el sistema anterior, existían dos grupos de ingreso que se dividían en doscientos por cada grupo.
La zona donde está ubicada la montaña Huayna Picchu es la ceja de selva, donde las lluvias, la humedad, la presencia de plantas y animales es algo constante, por lo que recomendamos traer los siguientes implementos para asegurar que su caminata y su experiencia de viaje no sean enturbiadas por pequeños pero molestosos inconvenientes:
Sobre todo no olvide disfrutar esta experiencia, pues muy probablemente al terminar la escalada y estar finalmente en la cima de la montaña experimentará un mix de emociones de alegría, euforia, satisfacción y gozo, que han cambiado la vida de muchos viajeros.
Cada año la famosa ciudadela Inca de Machu Picchu es visitada por decenas de miles de turistas, sin embargo existe una aventura adicional al paseo en la ciudadela que nos permite vivir una experiencia inolvidable: el recorrido de subida hasta la cima de la montaña Huayna Picchu, que es la que aparece como fondo en la mayoría de las fotos de Machu Picchu.