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Semana Santa en Cusco


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La Semana Santa en Cusco es una experiencia inigualable que ofrece a los visitantes una oportunidad única para sumergirse en la rica cultura y tradiciones religiosas de la región. ¿Cómo se celebra en Cusco? Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, la ciudad se transforma en un escenario vibrante de fervor y devoción.

La festividad de la Semana Santa en Cusco inicia el Domingo de Ramos, se realiza la tradicional bendición de Ramos, procesión y celebración eucarística en la Basílica Catedral desde las 9 de la mañana.
A diferencia de otras conmemoraciones, la Semana Santa en Cusco tiene como día central el Lunes Santo, debido a que en dicha fecha sale en procesión el Patrón Jurado del Cusco, el Señor de los Temblores. El Arzobispo de la ciudad ofrece la Misa de Comunión en la Catedral, a partir de las 8 am. Se celebran misas cada hora hasta las 12 del mediodía.
El Viernes Santo tiene como escenario principal la Plaza San Francisco, donde comienza el viacrucis hasta la Cruz del Papa ubicado en Saqsayhuaman, evento organizado por el Convento de San Francisco. De manera paralela, en la plaza inicialmente mencionada se lleva a cabo el Hampi Rantikuy o feria de plantas medicinales que son vendidas por los campesinos provenientes de lugares lejanos, resalta la compra de cruces de espinos crecidas de manera natural, estas cruces son colocadas detrás de las puertas de los hogares cusqueños para protegerlos del mal.

FECHA:

La Semana Santa en Cusco se celebra entre la segunda quincena de marzo a la primera semana de abril, la fecha es movible.
Domingo de Ramos 25 de Marzo / Viernes Santo 29 de Marzo / Domingo de Resurrección 01 de abril de 2022.

DOMINGO DE RAMOS:

La fiesta se inicia con el “Domingo de Ramos”, donde los fieles asisten a las diferentes parroquias de la ciudad portando hojas de palma y cruces tejidas de la misma planta, las que se hacen bendecir en las celebraciones Eucarísticas de los distintos templos de la ciudad; para después llevarlas a las casas y colocarlas tras las puertas, como un símbolo de protección para el hogar.

El Domingo de Ramos marca el inicio de esta celebración, con procesiones coloridas y emocionantes que recorren las calles empedradas de la ciudad. Los fieles portan palmas y ramas de olivo, creando una atmósfera de alegría y esperanza.

LUNES SANTO

La Semana Santa en Cusco tiene como día central Lunes Santo (día siguiente del Domingo de Ramos) fecha que sale en procesión el Patrón Jurado del Cusco, el Señor de los Temblores.

El Lunes Santo es un día de reflexión y recogimiento, donde los devotos aprovechan para meditar sobre el significado espiritual de la Semana Santa. Es un momento para la introspección y la contemplación, mientras se preparan para los días venideros.

JUEVES SANTO

La Semana Santa continúa con el “Jueves Santo”. En la Basílica de la Catedral, el Arzobispo lava los pies de doce ancianos, en memoria del lavado de pies de Jesús a sus apóstoles, mientras las familias se reúnen para disfrutar de los “doce platos” recordando la “Última Cena”.

El Jueves Santo es uno de los días más importantes de la Semana Santa en Cusco. Se conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos, y las iglesias de la ciudad se llenan de fieles que participan en la ceremonia del lavatorio de pies. Es un momento de humildad y servicio, donde se recuerda el ejemplo de amor y entrega de Jesucristo.

Aquí se observa la mistura de platos de la cocina andina y occidental, mientras que en la Plaza San Francisco y el Mercado Central se pueden adquirir dulces como los crocantes maicillos, bizcochuelos, suspiros, empanadas y otras delicias de la repostería tradicional cusqueña. Por la noche las familias recorren las calles y las plazas del Centro Histórico en la ruta de los “Siete Templos” que recuerdan las caídas de Jesús en su camino al Calvario.

VIERNES SANTO

En el Viernes Santo, al igual que en Ayacucho, acontece el encuentro de las andas del Cristo en el Santo Sepulcro y de la Virgen Dolorosa.
Ese día, a diferencia a lo que sucede en otros lugares, no es de abstinencia en el Cusco. La costumbre es degustar doce platos típicos distintos que incluyen desde variadas sopas y potajes, ya sea a base de pescado seco, trigo y olluco, hasta los deliciosos postres como los dulces de manzana, maíz o choclo.

El Viernes Santo es el día más solemne de la Semana Santa, ya que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús en la cruz. En Cusco, este día se vive con profunda devoción y respeto. Las calles se llenan de procesiones penitenciales, donde los fieles llevan cruces y realizan actos de sacrificio como muestra de arrepentimiento y fe.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN

La Semana Santa llega a su fin el Domingo de Resurrección. Luego de la procesión y de la celebración de la misa, por las principales calles se percibe el aroma exquisito de los manjares que deleitan propios y extraños, como el sabroso caldo de gallina, las empanadas, el dulce de maíz blanco, los tamales y las tortas. Así, en forma pagana, se cierra en la milenaria ciudad imperial del Cusco la Semana Santa andina.

El Domingo de Resurrección marca el final de la Semana Santa y se celebra con gran alegría y regocijo en Cusco. Las iglesias se llenan de fieles que acuden a las misas de Pascua, donde se proclama la victoria de Jesucristo sobre la muerte y el pecado. Es un momento de esperanza y renovación, donde se celebra la vida y la salvación ofrecida por Cristo.

EL SEÑOR DE LOS TEMBLORES

Señor de los Temblores, una figura venerada en Cusco desde tiempos coloniales. Su historia se remonta al siglo XVI, cuando la imagen milagrosa fue traída a la ciudad para protegerla de los terremotos. Desde entonces, el Señor de los Temblores ha sido objeto de gran devoción por parte de los cusqueños, quienes lo consideran su patrón y protector.

La Capital Arqueológica de América y antigua cabeza principal del otrora poderoso Imperio del Tahuantinsuyo, celebra la Semana Santa rindiendo culto a la imagen del Señor de los Temblores o Taytacha Temblores, en quechua.
Según algunas fuentes, la historia de este Cristo de rasgos descarnados y de sobrecogedora apariencia se remonta a cuando el emperador Carlos V envió la efigie a Cusco, hecha especialmente para los indios, copiando las bruscas facciones de estos. Los españoles buscaban consolidar así la Conquista hecha por la espada e imponer su adoración.
Pero fue el 31 de mayo de 1650 cuando se encendió aún más la llamarada de fe del pueblo cusqueño por el Señor de los Temblores. Esa tarde, un terremoto azotó la ciudad echando abajo muchas casas y templos. Fue entonces en que ocurrió un milagro para muchos: indios, señores, esclavos y mestizos se mezclaron todos para adorar y pedir amparo al Cristo de los Temblores.
Desde esa época, las andas de este Cristo mestizo salen en procesión cada Lunes Santo, seguidas por una multitud de feligreses que lo acompañan con humilde fervor. En las ventanas de las casas, por donde pasa la efigie, se colocan refinadas piezas de tapicerías aterciopeladas con franjas de oro, telas y alfombras brillantes, que las familias reservan especialmente para esta ocasión. Mientras tanto, los Camaretos o pequeños morteros, petardos y cohetes agitan el ambiente con su estruendo, hacen casi inaudibles los cánticos y oraciones de la multitud.

La devoción hacia el Señor de los Temblores es palpable durante la Semana Santa, cuando miles de fieles se congregan para rendirle homenaje en la impresionante procesión que recorre las calles de la ciudad. La imagen, ricamente ornamentada, es llevada en andas por un mar de devotos que cantan y rezan en su honor.

La procesión del Señor de los Temblores es uno de los eventos más importantes de la Semana Santa en Cusco y atrae a visitantes de todo el mundo. Es una experiencia única que permite a los turistas sumergirse en la rica cultura y tradiciones religiosas de la región.

RECOMENDACIONES PARA EL PÚBLICO ASISTENTE:

  • Asegurar las viviendas con alarmas o encargar su cuidado a los vecinos.
  • No llevar carteras, billeteras, joyas, dinero y cosas de valor a la Procesión
  • Llevar paraguas o ponchos de plástico.
  • Si va con menores de edad se les debe colocar en el bolsillo una tarjeta con sus datos personales y números de teléfono, y explicarles que si extravían deben pedir ayuda a la Policía Nacional o a las Fuerzas Auxiliares (Bomberos, Serenazgo, Policía Municipal).
  • Coordinar con sus familiares un lugar de encuentro para cuando finalice la Procesión.
  • Colocar la basura en bolsas plásticas y depositarlas en los contenedores o cilindros.
  • Utilizar los Servicios Higiénicos públicos o particulares para hacer sus necesidades, NO en la vía pública.
  • Ubicar las Salidas de Emergencia y Zonas de Seguridad.
  • Al finalizar la Procesión espere en un lugar seguro hasta que se descongestionen las vías de salida, para que pueda desplazarse con tranquilidad.
  • En caso de emergencias se debe obedecer las indicaciones de los Brigadistas y los miembros de las Fuerzas Policiales y Auxiliares.

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